Esta región es alimentada por una densa red hidrológica integrada por los ríos Usumacinta, Lacantún, Jataté, Tzendales y Lacanjá, entre otros; y por los lagos Miramar, Ocotal y Lacanjá. Presenta cuerpos lacustres de naturaleza cárstica y es una área muy importante en la captación de precipitación pluvial que actúa como recarga de acuíferos subterráneos.